Las 10 de 2013

En la gustada sección "no he cocinado, pero miren qué sabroso recalentado", les traigo hoy lo más rico según yo misma que cociné este año. Casi todas mis recetas las pruebo sólo yo así que tendrán que confiar en mi juicio, quién les manda a no existir. Del 10 al 1, miren nada más qué chulada de cositas. 

Pero antes un corte comercial: 2013 ha sido un gran año para mí. Ok, perdí mi trabajo, pero eso ni de lejos significa que no logré lo que quería:

Pero ya, sin tanto rollo cursi que no me va, aquí tienen mi top 10 de recetas de 2013. Nos vemos en unos días con las recetas navideñas de rigor :)

Me chulearon muchísimo la foto en Facebook, y eso que no lo probaron. Es fácil de hacer, riquísimo e ideal para lucirse en una cenita para dos. O como yo, en una cenita y una cenita recalentada al día siguiente :S

Ya se convirtieron en mis clásicos para ver pelis en la computadora con una cobijita. Se hacen literalmente en cinco minutos y satisfacen el antojo feroz de pastelito de chocolate sin ir al OXXO. Quedé en intentar nuevas versiones pero nunca lo hice porque sé que estos seguirán siendo mis favoritos, un clásico instantáneo... bueno, en 5 minutos, pues.

Estas se las preparé a Marck (oigan, cómo consiento a ese vegetariano del mal), inspirándome en unas que comimos en un restaurante pocos días antes de su cumpleaños. Desde entonces hago mucho esa vinagreta para otras ensaladas, quedó buenísima y con el queso de cabra es una gran ganadora, yei.

No se me olvida la cara de mi tío Jorge: era el más feliz y fan de mis tostadas. Hasta mi primo JL y mi hermana, quienes no comen pescado, las probaron y aprobaron. Creo que es la que más he repetido en el año: son buenísimas como entrada, tapas o hasta plato principal. Mi amiga la Prin las hizo y también en su casa provocaron ovaciones, inténtenlas.

Los que me leen seguido saben que nunca sabemos qué hacer con los miles y miles de kumquats que da el árbol del jardín. Este año fui más allá de las mermeladas y conservas y me puse a inventar panes y helados. Este fue el mayor éxito, creo que ya será un clásico en la casa. Lleva avellanas, amo las avellanas, pero además entre las naranjillas y un poquito de piña en almíbar, son muy originales y muy muy nice.

Claro, otro helado, este año hice muchos. Combina además otros de mis sabores preferidos: chocolate y cerveza. Me gustó tanto que les di la receta dos veces, la segunda ilustrada por mi buen amigo el Dee. Introducir más alcohol a mis recetas de helado es un nuevo reto: mi hermano me dio la idea de hacer uno de whisky, coming soon ;)

¿Qué? ¿El tercer lugar va para una sopa? No se engañen, es LA sopa. Lleva ingredientes muy raros pero les puedo garantizar que en cuanto la prueben quitarán la cara de what y pondrán cara de denme más, por favor, plis Santa, he sido buena.  

Cuando los probé pensé que era lo más delicioso que había preparado, no en el año, sino en mi vida. Eso fue hasta que hice lo que sigue más abajo, pero no quita que esta es una receta que se va a quedar por los siglos de los siglos en mi stock. Además, 2013 fue también el año en que comencé a colaborar en Sabrosía y ahí también la puse y la amaron. Así que estoy siendo objetiva. 

El primer lugar va para este Frankenstein. Es un postre, pero tiene tocino. No es la primera vez que le pongo tocino a un postre; no es la primera vez que hago un pastel; no es mucho menos la primera vez que invento algo con manzanas. Pero sí fue la primera vez que literalmente me puse a llorar cuando probé una receta mía. Me hizo sentirme orgullosa de mi hobby, de mi horno, del puerquito que murió para darnos ese tocino. Créanme, la foto no es la mejor de la historia, pero el pastel, sí.

Mientras escribía este post pensé en algunas stats cagadas del mismo: 2 recetas las probó Marck, 2 las probó Monirod, 2 las hice en mis tazas de pajaritos, 2 son de helado, 2 son de pescado y 2 pensé que era lo mejor que había cocinado EVER cuando las probé. Sorprendentemente sólo una lleva tocino, más tocino y más helado de whisky serán mis propósitos para 2014.