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La receta de los 200 mil

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Receta de roles de manzana y tocino

Los puntitos son semillas de vainilla.

El viernes tenía muchísimo qué hacer pero, como saben, me puse a hacerle magret de pato a Pau. No importaba, porque iba a trabajar el sábado. En vez de eso me fui a comer comida peruana y regresé a mi casa hasta las 11 p.m. No importaba, porque el domingo sí iba a trabajar, seguro. Pero me paré con esas ansias por hornear algo que me dan a veces.

Quería hacer roles de canela mas siempre me pasa que se me quedan muchos porque son pesados. Cuando hice los de naranja Pau se llevó la mitad y ni así me los acabé (Amiga, devuélveme mi toper, BTW). Resolví entonces hacerlos de todos modos y llevarle unos a David, quien me había invitado la comida peruana. Pero no estaba, buuu! 

Al final no fue grave porque en la tarde me cayó Ana a echar el chal y se comió uno, y en la noche vinieron Marck y Ricardo a cenar. Marck es vegetariano y no probó esta versión de roles con manzana y tocino, pero le llevó su itacate a su papá y Ricardo también se llevó unos cuantos. Total que ya sólo quedan 4, ¿quién dijo yo? 

Como resultado tampoco ayer trabajé y hoy me tuve que parar a las 5 de la mañana para que me diera tiempo. Se preguntarán entonces qué carajos hago subiendo receta. Bueno, es que, para empezar, mientras suena el Wild Brunch Radio en Radio Buap (ahora mismo), no trabajo, escucho y trolleo al staff. Y además, me di cuenta de que la siguiente receta que subiera sería la número 300 del blog, y quería que fuera esta porque TOCINO.

Yo sé que me dirán que no es nada para el tiempo que llevo, pero, además, hoy alcancé las 200 mil visitas aquí. El visitante número todo eso fue mi amigo Arturo y me mandó la captura de pantalla. Escurrimos miel y tocino y así. En fin, gracias por ser casi tan ociosos como yo y leerme. Aquí la receta de los 200 mil :)

Ingredientes

Para la masa
  • 4 1/4 tazas de harina
  • 11 gr de levadura de panadería
  • 1 1/4 tazas de leche
  • 1/4 taza de azúcar
  • 1/4 taza mantequilla
  • 1 cc de sal
  • 2 huevos


Para el relleno
  • 4 rebanadas de tocino grueso
  • 1 manzana 
  • 1/4 taza de mascabado
  • 1/2 cc de cardamomo en polvo
  • 1/2 cc de canela en polvo
  • 1 cc de fécula de maíz


Para el glaseado
  • 2/3 taza de azúcar glass
  • 3 C de leche
  • 1/2 cc de extracto de vainilla


Y se cocina así

  1. Mezcla 1 1/2 taza de harina con la levadura
  2. Calienta la leche, la mantequilla, el azúcar y la sal hasta que se derrita la mantequilla, deja que se entibie hasta que se esté a la temperatura de tu dedo (37ºC) y mézclala con la harina y la levadura
  3. Agrega los huevos, mezcla, y ve agregando el resto de la harina, poco a poco. Puede ser que no uses toda la harina, el chiste es que se despegue sola del tazón; amasa hasta que esté suave, ya sea a mano como esta loca o con el gancho en la batidora 
  4. Tapa con un trapo y deja que la masa doble su tamaño en un lugar cálido durante 1 hora
  5. Pincha la masa, vuelve a taparla y déjala reposar 10 minutos
  6. Mientras, pica el tocino en trozos grandes y dóralo por unos minutos en un sartén; pela la manzana y pícala en trozos muy finos y mezcla ambos con el resto de los ingredientes del relleno
  7. Extiende la masa con un rodillo hasta formar un rectángulo, reparte el relleno en el interior y enrolla apretando bien empezando por uno de los lados más largos
  8. Rápidamente, para que no se deshaga, corta 16 rodajas, acomódalas en una charola para hornear cubierta con papel encerado
  9. Tapa con un trapo y deja que suba la masa durante media hora más
  10. Hornea a 180º C durante media hora
  11. Deja que se entibien; mientras mezcla los ingredientes del glaseado
  12. Baña los roles con el glaseado y espera un poco a que se endurezca


Maldita sea, ya me tengo que poner a trabajar y lavar mil platos. Adiós.



Yei!!!

Miren lo que me trajo Marck esta vez



Alcachofas y ostiones nuevos y mejorados

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Receta de alcachofas al horno rellenas de ostiones


No he tenido tiempo de subir recetas, pero sí de cocinar, por suerte. Bueno, hoy no lo hice, pero fue porque se me olvidó pagar el gas y me lo cortaron y hoy tenía demasiadas cosas que hacer y para cuando tuve tiempo de ir a pagarlo ya habían cerrado y... en fin, yo. Ni modo, cocinaré en el microondas y me bañaré a jicarazos hasta que aprenda a ser más organizada (espero aprender mañana).

Además de distraída (enamoraá, dice Arturo), estoy otra vez insomne y me volvió la obsesión por las alcachofas. Ya no sé cómo prepararlas, y cada que lo intento me lastimo los dedos y me duele, además de que es tardadísimo que les quede bien suavecito el corazón. ¡Pero es tan difícil pasar de largo y resistirse a llevárselas! Exactamente como cuando me enamoro.

El caso es que hace unos días intenté esta nueva y mejorada versión. A diferencia de las recetas anteriores de alcachofas, condimenté el agua en que las puse a hervir y el resultado fue increíble. Van rellenas de ostiones frescos, así, porque pasé frente a la marisquería y se me antojaron también. 

A ver si ya invento una nueva y mejorada forma de vivir también, o por lo menos de pagar el gas, caray. Les dejo la receta.

Ingredientes

para las alcachofas
  • 4 alcachofas medianas
  • 1 limón
  • 2 C de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo grandes
  • 1 cc de orégano fresco
  • 3 ramitas de tomillo fresco
  • 1 cc de sal
  • 1 cc de pimienta entera
para el relleno
  • 2 C de aceite de oliva
  • 2 tazas de cebolla picada finamente
  • 1/4 de taza de chalotas picadas
  • 2 tazas de ostiones frescos (reserva el líquido)
  • 1/4 de taza de perejil fresco
  • 1 C de albahaca fresca picada
  • 2 C de orégano fresco
  • 1 C de tomillo 
  • 2 tazas de pan molido
  • 1 taza de queso parmesano rallado
  • 1 C de jugo de limón
  • 1 huevo
  • pimienta y salsa Tabasco al gusto


Y se cocina así
  1. Limpia las alcachofas: corta las puntas de las hojas y el tallo; Colócalas en una olla en que quepan sin encimarse.
  2. Agrega el jugo de limón, el ajo picado, el tomillo, el orégano, la sal y la pimienta y cubre por completo con agua
  3. Ponlas a hervir, no deben dejar de estar sumergidas así que puedes colocar un tazón con algún peso encima para mantenerlas abajo
  4. Después de 10 minutos, sácalas y ponlas a escurrir boca abajo; reserva 4 tazas del líquido en que las cocinaste
  5. Mientras, en un sartén acitrona la cebolla y las chalotas en el aceite de oliva
  6. Agrega el ajo y cocina por un minuto más antes de agregar los ostiones y las hierbas; cocina por un minuto más y pásalo a un tazón
  7. Agrega el pan molido, el líquido que reservaste de los ostiones, el queso, el jugo de limón y sazona con pimienta y salsa Tabasco
  8. Agrega el huevo, mezcla bien y refrigera
  9. Retira las hojas centrales de las alcachofas y, con una cuchara de toronja, los "pelitos"del interior
  10. Reparte el relleno en el centro y entre las hojas de las alcachofas y colócalas en un refractario profundo donde no se volteen
  11. Precalienta el horno a 180ºC y pon a hervir el agua de cocción que habías reservado
  12. Vierte el líquido en el refractario para que el fondo de las alcachofas quede cubierto, pero sin mojar el relleno
  13. Cubre con papel aluminio (lado brilloso hacia adentro) y hornea durante una hora
  14. Retira el aluminio, sube la temperatura a 220ºC y hornea 10 minutos más para que se doren
¿Me dio tiempo de hacer todo eso y no de ir a pagar el gas? Dios, necesito unas clases de lógica o algo. 


Por cierto, ahora que no puedo dormir retomé un poco Sábanas Limpias, mi otro blog. Miren los frascos que hice ayer, ¿no los aman?



La racha de las tortitas de camarón

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Receta de tortitas de camarón fresco al horno


Estoy otra vez en una de esas rachas en que nada me sale bien. Para ejemplo, una sopa: el día que hice pato a la frambuesa me sobró puré de zanahoria que había hecho para acompañarlo. Decidí hacer con él una sopa que probé en Belice pero lleva jengibre y no tenía. Como tampoco tenía dinero, tardé unos días en poder comprar jengibre fresco. Me disponía a hacer mi sopa de zanahoria cuando me di cuenta de que me acababan de cortar el gas.

El día en que me vinieron a poner el gas yo iba saliendo camino a Londres donde me quedé tres días (ya sé, problemas del primer mundo). Hoy por fin me decidí a hacer mi sopa, pero por supuesto el puré de zanahoria ya se había echado a perder.

Así con todo en mi vida últimamente: siento que no logro enfocarme en nada, como si estuviera empezando de cero otra vez. Pensé mucho en eso durante mi viaje, ¿exactamente qué quiero? ¿Abrir otro café?, ¿publicar un libro?, ¿tener un hijo?, ¿todas las anteriores?

¿Y cuándo me voy a decidir a realmente hacerlo? Casi me da un ataque de angustia pensando en todo esto en el súper. Había dejado estas tortitas de camarón en el congelador mientras compraba aguacates para hacer un guacamole. Claro, sigo en mi racha, obviamente no había aguacates. Y luego pensé en algo que me dijo Arturo el otro día mientras le contaba mi eternamente complicada vida amorosa : "¿por qué ahora te me caes al primer round?"

Tiene razón, por eso fui a la tortillería por una salsa con aguacate que reemplazara el guacamole y luego volví al súper y compré otra vez zanahorias. Tengo que lograr hacer esa sopa (UPDATED! aquí está la receta).

Mientras logré hacer estas tortitas de camarón al horno que quedaron muy ricas. Eso sí siempre me sale bien :)

Ingredientes

  • 400 gr de camarón crudo
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1/3 taza de poro (puerro) picado muy finamente
  • 1/4 taza de cilantro fresco picado
  • 3 C de mayonesa
  • 1/2 taza de pan molido
  • el jugo de medio limón
  • 1 huevo
  • sal, pimienta y salsa Tabasco al gusto


Y se cocina así

  1. Pela y limpia los camarones y pícalos muy finamente, casi como si fuera carne molida
  2. Mezcla con el resto de los ingredientes
  3. En una charola con papel encerado, coloca 12 cucharadas de la mezcla y aplana un poco; congela durante una hora para que no se deshagan las tortitas al cocinarlas
  4. Hornea a 180ºC durante 5 minutos; voltes y hornea durante 5 minutos más.
Puedes hacerlas fritas en aceite si así lo prefieres. Acompaña con guacamole o cualquier otra salsa improvisada si no encuentras aguacates.

Les dejo también unas cuantas fotos de mi viaje express a Londres :)

Llevaba años buscando esta y la encontré en el Duty Free de Ámsterdam :D

Random, ya sé.

TasteSpotting: el tradicional English Breakfast.




Esto me salvó la vida más de una vez.





PD: el sábado preparé mis ya tradicionales brownies de cerveza con esa cocoa de la foto, y, además, en vez de Guiness les puse una cerveza de chocolate mexicana que se llama Jack Chocolate. Otro drama: se me explotó, tuve que lavar mi blusa a medio proceso y terminar los brownies en brassiere obvio sin darme cuenta de que me estaban viendo los vecinos. Pero en fin, con esa cerveza quedaron aun mejores, no dejen de intentarlos.

La mentada sopa de zanahoria y jengibre

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Receta de crema de zanahoria y jengibre

Sí, plancharé mi mantel, no me molesten.

Ayer les contaba toda la odisea que atravesé estos días para al final NO hacer la sopa de zanahoria que tenía en mente. Pero también que igual volví a comprar los ingredientes, porque soy una necia. 

Y sí, hoy me puse a hacer la sopa en cuestión, y me gustó muchísimo. A lo mejor porque, como me dijeron por ahí, las mejores cosas cuestan trabajo. ¿O era que tomaban tiempo?, ¿o qué eran dos tres aburridas? No recuerdo bien, estaba muy cansada, pero el caso es que soy una necia y lo logré. Aquí tienen la receta :)

Ingredientes

  • 1/2 cebolla blanca chica
  • 4 C de aceite de oliva virgen
  • 2 C de jengibre fresco rallado
  • 1/4 cc de nuez moscada rallada
  • 1 pizca de pimienta
  • 5 zanahorias
  • 1 lt de caldo de pollo
  • 1 C de consomé en polvo
  • sal al gusto
Y se cocina así
  1. En una olla, calienta el aceite y acitrona en él la cebolla finamente picada
  2. Agrega el jengibre, la nuez moscada y la pimienta y remueve durante un minuto para intensificar los sabores
  3. Agrega el caldo y las zanahorias en rodajas (no es necesario pelarlas)
  4. Sazona con el consomé y la sal, tapa y deja cocinarse a fuego lento (que porque así sale mejor, me informan) hasta que las zanahorias estén suaves
  5. Licua y sirve caliente
Ahí me cuentan si estaba tan buena o fueron mis nervios.

El problema de los scotch eggs

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Receta de huevos escoceses tradicionales


A pesar de que me ha ido bastante mal, sigo creyendo sin restricciones el el amor, la amistad y los remakes de películas clásicas, y poniendo mi corazón directo en el plato como si no se lo hubieran comido mil veces. Soy una romántica, ya sé.

Desde que decidí realmente dejar atrás a aquel chico comprometido que no me traía nada bueno, he conocido a dos más. Bueno a tres, pero uno dijo que no le gusta el whisky y ahora es una amiga muy querida. Las historias son similares: broken boy meets broken girl. Con la diferencia de que broken boys ya aprendieron a construirse alrededor una coraza impenetrable que yo nada más no he aprendido a hacer. 

Como en ese episodio de HIMYM que explica que el problema de salir en dates a los treinta y tantos es que todo mundo tiene bagaje emocional. Y además, ya no están en edad de andar viendo HIMYM. 

En esto pensaba en mi reciente visita a Londres, mientras trataba de decidir entre un English breakfast y unos scotch eggs. Los scotch eggs son engañosos porque no son escoceses como dicen, pertenecen a la más vieja tradición inglesa, fueron inventados en Fortum & Mason, la abarrotera proveedora real, en mil setecientos treinta y tantos. Son huevos duros, recubiertos de una gruesa coraza de salchicha molida y pan y luego fritos. Igualitos que mis dos broken boys.

Al final, aunque ustedes saben que me gusta probar cosas nuevas, me decidí por el English breakfast. Al menos es como yo: no cambia, todo está ahí, en el plato, como diciendo "esto es lo que hay",what you see is what you get.



Igual al volver a casa tuve ganas de reencontrarme con los huevos escoceses. Ya ven que me encantan los casos perdidos. Pienso que no estaría mal aprender a construir una coraza que hiciera que todas estas historias me dolieran menos.¿Será eso lo que llaman "madurar"? Suena aburrido pero más seguro. 

Por lo pronto sólo aprendí la receta de los huevos no metafóricos, aquí la tienen. Intentaré evitar albures pero nunca lo logro en los miércoles de huevos.

Ingredientes
  • 4 huevos duros no muy grandes (¿ya ven? no lo logré)
  • 1 huevo crudo
  • 4 salchichas grandes de buena calidad
  • 1 C de mostaza
  • 1 cc de cebollín fresco picado
  • 1 cc de perejil fresco picado
  • nuez moscada y pimienta al gusto
  • 1/2 taza de harina
  • 1 taza de pan molido
  • manteca (la suficiente para freír los huevos)

Y se cocina así
  1. Corta la piel de las salchichas a lo largo para sacar la carne, aplástala con los dedos hasta darle la consistencia de carne molida (puedes hacer esto con un aplastador de papas)
  2. Mezcla con la mostaza, las hierbas, la nuez moscada y la pimienta. No agregues sal, ya estoy está suficientemente salada.
  3. Separa la carne en 4 porciones iguales; enharina tus manos y ve formando una tortita delgada con una de ellas, con cuidado de que no se rompa.
  4. Cuando tenga el tamaño suficiente para envolver un huevo duro, coloca uno en el centro y envuélvelo por completo con cuidado.
  5. Revuelca en huevo batido y luego en pan molido.
  6. Fríe cada huevo en suficiente manteca; no debe de estar demasiado caliente para que la salchicha se cocine bien para cuando estén bien dorados.

Acompaña con una ensalada fresca (es que son un poco pesados) y con mostaza o mayonesa. Quedaron tan buenos que cuando menos me di cuenta, ya me los estaba comiendo sin cubiertos. Soy una romántica, ya sé.





Aceitunas marinadas (a ver si así)

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Receta de aceitunas marinadas con ajo y cítricos


Hace como una semana les contaba que conocí a dos dudes hace poco. Después me quedé pensando que a uno no fue hace poco, fue a principios de octubre, el tiempo vuela. Al principio me parecía perfecto, porque solamente lo veía una vez a la semana y no me llamaba diario. Si lo hacía y yo tenía planes con amigos, o incluso con otro wey, no había drama, y viceversa.

Y de pronto desapareció. Dejó de llamarme y si yo lo hacía me decía que sí, pero no cuándo. Ok, acepto que yo no me quedé sentada esperando a que volviera pero ¿quién lo haría? ¿Penélope, quizá? Been there, done that, bought the t-shirt y no, no lo vuelvo a hacer. Un día me dijo que lo perdonara, que estaba muerto de miedo porque en su última relación...

Aun así, la semana pasada me dijeron que no me había quedado con un trabajo que quería, me descorazoné muchísimo y le llamé. Esta vez fue muy diferente, porque comenzamos a espaciar los mensajes diez minutos en vez de diez horas. Hasta que quedamos de vernos y hasta que otra vez se arrepintió. Yo pensé que el tiempo dejando que se marinaran las cosas habría servido, y no.

Me la paso pensando que no debo de juzgar a los demás porque yo también he estado aterrada ante la idea de volver a salir al meat market. Justo hace tres días me volvió a escribir el famoso Dexter, quien terminara de destruirme el carácter hace años, y el solamente ver su nombre en mi bandeja de entrada me dejó helada durante unos segundos. Pero fueron segundos, luego lo borré y ya. Si ya lidié con mi miedo, ¿por qué tengo que cargar con el de los demás?

En medio de el doble descorazonamiento me mandó un mensaje el típico dude que lo intenta, y lo intenta, y no se da por vencido. Le ayudó que yo estuviera en ese state of mind, porque le dije que sí, y salí con él el miércoles. Bueno, creo que también le ayudó que me estaba echando unos whiskys, pero quedamos en que no íbamos a juzgar a nadie aquí. ¿Cómo me fue? Mal, por supuesto, ya saben que estas cosas nada más no se me dan.

Terminó igual que siempre: yo contándole a Arturo, él tratando de distraerme y yo yéndome al súper para cocinar algo en ese mismo segundo y no explotar. Lo que hice fue poner a marinar estas aceitunas, porque el sábado tengo fiesta en la casa y se deben hacer con dos días de anticipación. En la cocina sí me salen las cosas tal como las planeo, quizá ya deba aprender que en la vida real las recetas no aplican.

Igual hoy me desperté feliz, como si nada. Me serví un café y me senté a escribir. No sé si es porque algo en mí funciona mal, o funciona bien, pero simplemente no puedo parar. Les dejo la receta de las aceitunas y ya veremos qué pasa.
Ingredientes
  • 1 ½  tazas de aceitunas negras
  • 1 ½  tazas de aceitunas verdes
  • 1 taza de aceite de oliva
  • ¼  taza de cilantro fresco 
  • ¼  taza de jugo de limón
  • ¼  taza de jugo de naranja
  • 6 dientes de ajo
  • 3 C de perejil fresco
  • 1 C de ralladura de limón
  • 1 C de ralladura de naranja
  • 1/2 cc de paprika
  • sal al gusto

Y se cocina así
  1. Pela y corta en láminas los dientes de ajo.
  2. Pica finamente el cilantro y el perejil
  3. Mezcla todos los ingredientes en una bolsa de plástico y agítala bien.
  4. Refrigera durante dos días, máximo tres, revolviendo de vez en cuando.
  5. Saca del refrigerador por lo menos una hora antes de servir acompañadas de un poco de jugo.

Sirve como botana, nada muy consistente, ni modo.

Además de las aceitunas, Arturo y yo preparamos una playlist de 10 horas para la fiesta (no va a venir y aun así será el DJ, ¿no lo aman?, yo sí). Les dejo la nueva canción del momento. Ok, desde ayer, pero ya ven que soy muy entusiasta. Adiós.

Inténtalo, apaga este motor en movimiento.
Mi fábrica de baile no cabe en tu corazón pequeño...

Hummus color de rosa (happy birthday to me)

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Receta de hummus de betabel asado



Hoy es mi cumpleaños (el de verdad, porque saben que tengo dos). Hace ya un rato que entré en la edad en que cumplir años te deprime más de lo que te emociona y esta vez me pegó con fuerza. 

El día en que cumplí treinta, tomé muchas decisiones importantes. Una de ellas fue tener una familia. Dos años, un intento de inseminación artificial, dos procesos en el DIF que terminaron en negativa, muchos médicos que me dicen que debería de poderme embarazar y millones de reproducciones de Killer Queen después, sigo en la casilla de salida.

Quizá lo único que ha cambiado es que ya no pienso que la culpa de todo la tiene mi mala suerte. Por eso me deprimí más, porque me doy cuenta de que me he boicoteado. Es decir, cuando Alejandro se arrepintió de ser papá, en vez de buscar otro donador, me puse a cocinar y dejé el tratamiento. Y yo sabía que estaba intentando adoptar cuando pensé que ser una buena persona era más importante que mantener mi empleo. Ergo no tengo ingreso fijo, ergo no me dieron al niño en adopción.

Y también me la he pasado escogiendo como con pinzas a cada wey que no me conviene y diciéndole a los que sí que es que estoy enamorada de alguien más. 

El caso es que, depre o no depre, hice fiesta en mi casa. Quería hacer ese famoso pastel iconoclasta que hago para mi hermana porque fue el día de su cumpleaños. A la mitad del proceso otra vez se descompuso mi batidora y se cayó el pastel, así que lo tiré segura de que de verdad nunca jamás en toda mi vida iba a poder hacerlo. 

Pensé intentarlo sólo una vez más y mandar todo a la fregada, hasta la fiesta, si no me salía. Ya ven que casi no me gusta el drama. Pero en eso vinieron Gustavo y Marina a traerme unas bocinas y me dijeron que si no lo lograba pasaban al Globo por uno. ¿Un pastel comprado? NOT UNDER MY WATCH! Así que, chueco y todo, lo terminé.



A lo mejor necesito que alguien me amenace con comprarme una familia para ponerme las pilas. Pero está bien, lo intentaré una vez más. La fiesta estuvo divertida aunque la verdad me dio flojera hacer de comer y sólo preparé botanas: las típicas papitas de mi casa, aceitunas marinadas y hummus de betabel con zanahorias y apio. Así fue como supimos que Eduardo es muy fan de las zanahorias y confirmamos mis terribles sospechas de que David nada más me da el avión (dice que no le gusta el betabel y aun así se lo comió, es muy incongruente ese señor)...

El domingo me fui con la familia que ya tengo al ComiCon porque geek. Me reconoció un wey, y me pidió tomarse una foto conmigo, ¿lo pueden creer? También me tomé una con Chewbacca y luego me quedé pensando que a mi edad ya debería de saber que hay un tipo dentro de la botarga y no dejar que me abrace así como me abrazó ese wookie. 


Luego me dejaron a mi sobrina y ahí fue cuando toda la tristeza se acabó de ir. Pusimos tres coreografías (todavía me sé la de Ghostbusters, bitches), hicimos una tienda de campaña y leímos cuentos, jugamos a la comidita y cenamos pastel. Entonces en vez de decirle Marijó le dije sin querer Estefanía, porque otra vez tenía ocho años y estaba jugando a mis cosas favoritas con mi hermana. Ese fue mi mejor regalo: regresar durante un día a la época en que no me preocupaba nada de lo que nos preocupa a los adultos y todo era color de rosa.

Por supuesto me duele la espalda por haber intentado hacer vueltas de carro, la mano porque ahora resulta que me dan calambres cuando lavo platos y el corazón de haber tenido que desarmar la tienda de campaña, porque Maria José no es Estefanía y yo no tengo ocho años sino 32. 

En fin, happy birthday to me, anyway. Les dejo la receta del hummus de betabel que fue todo un éxito, o eso me quieren hacer creer. Adiós.

Ingredientes
  • 1 betabel pequeño
  • 1 C de aceite vegetal
  • 1 3/4 taza de garbanzos cocidos en lata
  • la cáscara de un limón grande
  • 2 dientes de ajo
  • 2 C de tahini (pasta de ajonjolí)
  • 1/4 taza de aceite de oliva extra virgen
  • sal y pimienta al gusto

Y se cocina así
  1. Barniza el betabel con el aceite de canola, envuélvelo en papel aluminio (la parte opaca hacia afuera) y hornéalo a 180ºC durante una hora o hasta que esté suave
  2. Ya que esté frío, pélalo y mételo al procesador de alimentos hasta que esté picado muy finamente, agrega los demás ingredientes excepto el aceite de oliva y sigue moliendo hasta que forme una pasta suave
  3. Sin dejar de moler, agrega poco a poco el aceite para hacer una emulsión
  4. Ajusta la sazón si es necesario


Let them eat cake.


Pulpo suave, suave, suavecito

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Receta de pulpo en escabeche


Dios escuchó mis plegarias, o por lo menos leyó mi blog, porque a los pocos días de que estuve bitcheando de que me trajeron a mi sobrina y luego se la llevaron, me la volvieron a traer. Me llamó mi hermana ya un poco tarde para preguntar si podían acampar en mi casa, salir temprano al día siguiente de viaje y dejarme a la niña. No pregunté cuánto tiempo, no pregunté qué pasaba, solamente dije que sí.

Así que ayer temprano le dije a María que tenía que acompañarme a mi antigua oficina a llevar unos papeles, tomar un café con Marck y comer con George, y ella puestísima y emocionadísima porque quería tomar el metro. Ay, la inocencia. 

Hoy en la mañana prometí llevarla a comprar ligas y ganchitos para hacer pulseras, parece que es lo de hoy entre las niñas de primaria, a condición de que me acompañara al súper. Está suave practicar un poco lo de ser mamá soltera. Llegando a la pescadería me hizo la más feliz: agarró un pulpo fresco de la cabeza y me preguntó si podíamos cocinarlo, porque a su mamá no le gustan los mariscos.

En el camino de regreso le venía diciendo que es bien difícil que la carne de pulpo no quede dura, y que lo íbamos a intentar. No fue difícil, entre pulseritas de ligas y confesiones (le parece muy guapo un amigo mío y hasta me está convenciendo), ya estaba el pulpo en la olla y cuando lo probamos estaba suave, suave, suavecito.

Hicimos también sopa de hongos. En general estos dos platillos no quedan juntos pero qué diablos, teníamos antojo. Este pulpo se puede hacer como botana aunque nosotros lo comimos de plato fuerte porque somos bien rebeldes.

Se supone que para que quede bien el pulpo se necesitan tres cosas:
  1. Romperlo: o lo agarras a golpes como me mostró mi tío Domingo alguna vez con un pulpo recién sacado del mar; o lo congelas y descongelas para quitarle la fuerza o no sé qué.
  2. Asustarlo: pones a hervir agua sin sal, agarras el pulpo de la cabeza y lo sumerges pero de inmediato lo sacas, hasta la tercera vez lo sueltas y ya lo dejas hervir hasta que esté suave
  3. Cocinarlo en olla de barro, esto creo que sólo es requisito con esta receta, pero he intentado saltármelo y no, no queda igual, llámenme cuadrada
Les dejo la receta y me voy, que prometí llevar a esta señorita al boliche y ya me está presionando. Las dos vamos empulseradísimas con ligas y yo hasta llevo un collar del mismo material. Soy feliz, sean felices :)


Ingredientes

  • 1 pulpo chico
  • 1 naranja agria
  • 5-6 hojas de laurel
  • sal y pimienta
  • 1 cebolla chica
  • 1 chile xcatic
  • 1 cabeza de ajo
  • 1 C de achiote

Y se cocina así

  1. Limpia el pulpo y congélalo durante tres horas: de esta forma se "rompen" sus músculos, es el secreto para que quede suave
  2. Asa la cabeza de ajo completa directo en el fuego 
  3. Descongela el pulpo y ponlo a hervir en agua sin sal hasta que esté suave; después, enfría y pica. 
  4. Agrega sal, pimienta, laurel y el jugo de la naranja agria y deja marinar por media hora
  5. Rebana la cebolla y ponla en una olla de barro con sal, pimienta, hojas de laurel, el chile y el ajo asado. Agrega naranja agria y el pulpo, un poco de agua y el achiote y cocina a fuego lento durante 20 minutos
Acompaña con galletas saladas.




Siempre nos quedarán las alcachofas

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Receta de alcachofas horneadas al vino blanco


Ya se llevaron a mi sobrina. Ya sé, ya sé, prometimos no llorar. Pero ya me estaba acostumbrando y después de que cerré la puerta me di cuenta del terrible silencio en el que vivo. 

Bueno, los vecinos les dirán que esto no es verdad: seguramente han escuchado más veces "Modern Love" de las que pueden soportar desde que me mudé. Pero con Marijó aquí, tenía que, ya saben, pensar en voz alta. Preguntar si estaba bien desayunar cereal, decir "te pones un sweater o no vamos".

La otra Majo, mi amiga, me invitó a una fiesta para distraerme. Ya desde la última vez que se habían llevado a mi princesa había salido al rescate y me había invitado a comer. Pero no quise salir, en primera porque no quería tomar un taxi hasta el centro para platicar con humanitos y en segunda, porque tenía que recoger el tiradero en que habíamos dejado la casa. 

Nada que ver con la tristeza. Sí me gustaría ver más seguido a mi sobrina, pero sobre todo estos días con ella terminaron de convencerme. Tengo que adoptar un bebé. Me pasé gran parte de la noche apuntando los pasos que tengo que seguir para volver a ser elegible para adoptar. Y ya puse en marcha el primero. 

Recuerdo cuando vivía en Pueblo Quieto y de pronto un día decidí que quería que me pagaran por escribir. Ya no hubo vuelta atrás, busqué los cursos de editorial, me mudé al DF, comencé a tocar puertas... los que me leen desde ese entonces saben que eventualmente lo logré. Así me siento ahora, decidida. Crucemos los dedos, una vez más.

Encarrerada con la limpieza decidí lavar también el refri y encontré dos alcachofas que había comprado con Marijó además del pulpo. Habíamos escogido una grande para mí y una más pequeña para ella. Ya estaba en medio de una receta (intento hacer sales perfumadas, pero no sabremos si me salieron hasta dentro de unos días) y aun así, ¿cuándo me han visto decirle que no a unas alcachofas? 

Un vinito que sobró de la fiesta, unas ramitas de tomillo de mi "jardín", ajo... Este es el resultado: sencillo, bueno. No importa que Marijó o esté aquí para probarlas, por primera vez en un rato siento que lo mejor está por venir de todas formas.

Ingredientes
  • 2 alcachofas frescas con tallo
  • 1 limón
  • 4 dientes de ajo
  • 1 taza de vino blanco
  • 6 ramitas de tomillo fresco
  • 3 C de aceite de oliva
  • sal y pimienta al gusto
  • perejil fresco para decorar
Y se cocina así
  1. Precalienta el horno a 200ºC
  2. Retira las hojas oscuras de las alcachofas una por una hasta llegar a las que sean casi amarillas; si todavía quedan algunas con puntas afiladas, retíraselas con un cuchillo
  3. Con un pelapapas, retira toda la parte externa de los tallos, es muy dura; parte cada alcachofa a la mitad y retira de la parte de dentro los "pelitos" y las hojas moradas (siempre me espino en este paso, ten cuidado)
  4. Coloca las alcachofas boca abajo en un refractario, rocía con el jugo de limón, el vino, el aceite,  el tomillo, sal y pimienta
  5. Pela y aplasta un poco los dientes de ajo y agrégalos al molde
  6. Cubre con papel aluminio (lado opaco hacia afuera) y hornea durante 40 minutos o hasta que los corazones estén blanditos :')
Sirve con el líquido que quede al fondo del molde y algunas hojitas de perejil (no te lo saltes, les da un muy buen toque). Esta puede ser una buena entrada o una guarnición diferente. Yo las serví de entrada, esto apenas empieza. ¡Provecho y deseenme suerte!





Salada de chez salada

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Cómo preparar sal al vino tinto y sal a la salsa Sriracha

Fue muy difícil tomar esta foto :O

Siempre tengo a la mano vino tinto del no tan bueno para preparar bolognesa. En general sólo para eso uso el vino tinto, porque resulta que, el colmo de los colmos, soy intolerante a los taninos y con media copita me pongo unas borracheras que ni les cuento (y eso que yo siempre todo les cuento). Estoy salada, sí.

La que ya traía una buena de esas el día de mi cumpleaños fue Marina, y hasta decidió abrir el refri y sacar mi vino para salsas y tomárselo. OMG, acabo de recordar que debería llamarle para ver qué tal estuvo esa cruda. Total que me acordé de eso en el súper y compré una botella muy barata para reemplazarla. 

Ayer que amanecí de ociosa decidí entonces intentar hacer sal perfumada con ese vino, y por ahí con salsa Sriracha, para calmar mi conciencia. Resulta que el otro día fui a comer con Majoseh y decidí, ¿por qué no?, robarme un bote de Sriracha de la mesa. ¿Por qué? Porque YOLO, porque estoy chava y se me hizo fácil. Pero no tenía un "para qué" y esta sal es ahora un buen argumento: quedó muy rica.

Esta puede ser una buena idea para regalar,aquí les enseño a hacer unos frascos bien padrísimos, hasta pueden hacer que combinen con la sal que hagan. No sé, a mí si me gustaría que me regalaran eso (pero ya tengo, la acabo de hacer, gracias).

Se hace en el horno caliente pero apagado, así que puedes utilizar el calor residual después de hornear algo, como hice yo, después de hacer estas alcachofas. Miren qué fácil.

Ingredientes

para la sal al vino
  • 1/2 taza de sal gruesa
  • 5 cc (25 ml) de vino tinto
para la sal a la salsa Sriracha
  • 1/2 taza de sal gruesa
  • 4 cc (40 ml) de salsa Sriracha
Y se cocina así
  1. Precalienta el horno a 200ºC
  2. Mezcla en un tazón la sal con el vino o la salsa hasta que quede completamente coloreada
  3. Coloca  extendida en una charola sobre papel encerado
  4. Apaga el horno ya que haya alcanzado la temperatura, mete la charola y deja ahí hasta que se seque, removiendo de vez en cuando
  5. Ya que esté seca, rompe los grumos con una palita de madera y almacena en un frasco tapado lejos de la humedad
Para la sal al vino bastó con unas horas, mientras que la de Sriracha se tardó un día entero. 

La sal al vino tinto se usa para aderezar ensaladas, tiene un ligero sabor avinagrado que le queda muy bien, también para pescados. La de Sriracha la usaré para frotar pollo antes de asarlo, y para un pulpo a la gallega, y para las palomitas, y para decirle a Majoseh que robé por una buena causa. Eso.

Se ven muy lindas, ¿no?






Pan de cerveza y tocino para subir la testosterona

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Receta de pan de cerveza con tocino y queso ahumado


¿Por qué nadie me había advertido que ando muy rosita? Hummus rosa,pulpo rosa,sal rosa, comentarios súper girly, ya estuvo, ¿no? Bueno, eso estuve pensando ayer, cuando de pronto un wey que se enteró por ahí que ando soltera de cuerpo y mente (nunca ando de mente, sí es novedad) decidió, ¿por qué no?, mandarme un poema.

Bueno, poema es quizá una exageración, y la verdad me paso si balconeo por aquí sus bellas palabras, se quedarán entre él y yo. Y Cristina, la verdad se lo enseñé a Cristina. Bueno y a Gaby, jaja. El caso es que en dos semanas ya me dijeron "chiquita" y "princesa" y no, como que no me va.

Este fin de semana viene Arturo así que tengo mi dosis de testosterona asegurada, pero mientras decidí hacerme de cenar algo un poquito masculino, para que no piensen que me poseyeron Rosita Fresita, o Spike Lee. 

Como todos los hombres que conozco traen algo con la cerveza y con el tocino (los que no, son Marck, o ratones), fueron mis ingredientes elegidos. Había visto una foto en Pinterest, digo, ejem, ejem, en una red social nada maricona, pero la receta no me convenció mucho: llevaba jalapeños y mantequilla y queso cheddar. Medio gringo el asunto. 

Así que mejor robé las cantidades, agarré un queso ahumado que me trajo mi madre de Villahermosa y puse manos a la obra. Cuando estuvo listo, serví otra cerveza en un vaso para tomar esa linda foto y luego me tomé la cerveza y me comí el pan con mantequilla.

Les dejo la receta, no es apta para princesas, ¿ok?, ¿OK?

Ingredientes
  • 3 tazas de harina
  • 2 1/2 cc de polvo para hornear
  • 1 cc de azúcar
  • 1/2 cc de chipotle en polvo o paprika ahumada o merkén
  • 1/2 cc de sal
  • 4 tiras de tocino
  • 2 C de aceite de oliva
  • 3/4 taza de queso ahumado rallado
  • 1 cerveza clara de 12 oz (335 ml)
Y se cocina así
  1. Precalienta el horno a 200ºC
  2. Dora el tocino hasta que esté muy crujiente, seca con servilletas de papel y reserva hasta que se enfríe; no tires la grasa
  3. Mezcla la harina con la sal, el polvo para hornear, el azúcar, el chipotle y la mitad del tocino, picado en cuadritos
  4. Agrega el aceite de oliva y la cerveza y mezcla hasta formar una masa, agrega el queso y amasa durante unos minutos
  5. Coloca en un molde rectangular para pan engrasado y barniza con la grasa de tocino que sobró, espolvorea con el resto del tocino
  6. Hornea durante 45-50 minutos
Les dejo una foto del caballero que me llamó princesa:



Adiós.

PD: El tocino NO es rosa, ¿ok?

Sándwiches cerdísimos de pizza

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Receta de sándwiches de dos quesos al horno


Este fin de semana vino mi famoso amigo Arturo. Los dos teníamos trabajo y yo, además, la vesícula alborotada. Pero sólo lo veo como dos veces al año y nunca en esta ciudad, así que no pensaba quedarme sin fiestear. 

Íbamos caminando por la calle y le pregunté qué quería comer. Y luego los dos dijimos al mismo tiempo "pizza, tacos, sándwiches". Acabamos en Johnny Rockets, nada le gana a una hamburguesa con aros de cebolla y tocino, ¿no?

En la noche invitamos a otros amigos para abrir la botellita de whisky que traje de Inglaterra hace poco. entre eso, las cervezas, el mezcal y la buena música nos quedamos hasta las cinco y media de la mañana platicando. Y mi vesícula, bien gracias.

Por ahí en la fiesta nos comimos TODO lo que quedaba en mi casa, todo. No había tenido tiempo de ir al súper, ni modo. Y ayer cada que intentaba ir por provisiones comenzaba a llover o granizar. Y yo con muchísima hambre. Y chillo.

Por fin lo logré y ya con la casa sola y por fin limpia, me quedé pensando en que estarían buenos unos sándwiches de pizza. Abro Pinterest y Pum! unos sándwiches de grilled cheese. Lo tomé como una señal de que debía cenar cerdísimo para compensar los tiempos de escasez. Aquí les dejo el cómo:

Ingredientes
  • 4 rebanadas de pan
  • 4 cc de pesto
  • 2 rebanadas de queso gouda
  • 2 rebanadas de queso ahumado
  • 8 rebanadas de peperoni
  • 4 tomates secos al sol
Y se cocina así
  1. Precalienta el horno a 200ºC
  2. Unta el interior de cada rebanada de pan con 1 cc de pesto
  3. Coloca sobre 2 rebanadas de pan 1 rebanada de gouda y 4 el peperoni
  4. en las otras dos, coloca el queso ahumado y los tomates secos al sol
  5. Hornea durante 10 minutos para derretir el queso
  6. junta una mitad de peperoni con una mitad de tomate
¡Listo, dos sándwiches cerdísimos! Ñi.



Pasta incómoda de alcachofas y limón

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Receta de pasta al limón con corazones de alcachofa


Hace una semana me fui a tomar un té con Marina, María José y Lucila. Ya debería saber que cada que salgo por la tarde con Marina termina en "tráigannos de cenar, joven", porque la plática se extiende por horas, y horas, y más horas.

Llegamos a la conclusión de que Tinder es como Candy Crush para adultos. Bueno, yo lo acababa de abrir y ellas obvio no tienen porque tienen novios y maridos y así. ¿Si tomo capturas de pantalla de las personas más ridículas del mundo para mandárselas a ellas soy una mala persona? jaja. 

No debería negar la cruz de mi parroquia porque sí he sacado por lo menos una cosa buena de ahí, pero  igual me parece un tipo de interacción muy extraña y me gana la risa cuando me tiran la onda. Como que todo es tan fácil que me incomoda, o me deja de importar en dos minutos.

Total que, volviendo a la cafetería, esta vez pedí una pasta al limón con alcachofas que ya había comido en ese lugar. Después de probarla me dije que no estaba tan difícil de hacer... esa historia que ya se saben. Así que el otro día que tenía antojo de pasta la reproduje en casa.

Además de lo que llevaba la que comí, le puse nuez de macadamia tostada con sal y quedó muy buena. Se me ocurre que también podrían ser piñones, habrá que intentarlo. Ando en una época de intentar muchas cosas.

Les dejo esta que quedó buenísima.

Ingredientes

  • 200 gr de pasta (spaghetti, por ejemplo, pero puede ser otra)
  • 8 corazones de alcachofa de lata
  • 1/2 manojo de cilantro fresco
  • 2 limones Eureka
  • 1$ taza de macadamia tostada molida o piñones tostados 
  • sal, pimienta y parmesano al gusto
Y se cocina así
  1. Cocina la pasta según las instrucciones del paquete
  2. Pica finamente el cilantro y mézclalo con la ralladura de uno de los limones y el jugo de los dos; salpimenta al gusto
  3. Mezcla la pasta con el limón y cilantro, agrega las alcachofas en cuartos, la nuez de macadamia y queso parmesano al gusto
Súper rico y fácil, ¿no? Ojalá todo en la vida fuera así. O bueno, no todo, porque me incomoda.

Si la vida te da mostaza

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Cómo preparar mostaza a la cerveza


Hacía meses que quería hacer mostaza de cerveza en casa, pero la única receta que había encontrado llevaba taza y media de semillas, y si las juntaba con los frasquitos que venden en el súper iba a convertirse en la mostaza más cara del planeta.

Así que después de dos o tres búsquedas infructuosas, olvidé lo de la mostaza y ya. Hasta un día en que, sin planearlo, acabé en el mercado de Coyoacán, frente a un señor que, Dios lo bendiga, vendía granos de mostaza a 30 pesos el cuarto. A veces las cosas llegan cuando no las estás buscando.

Ya me conocen, inmediatamente compré medio kilo de semillas de mostaza. Así soy, le entro con todo. Y cuando por fin encontré un momento (he tenido mucho trabajo últimamente), la hice y la verdad quedó buenísima. Inténtenlo.

Lo único malo de esta receta es que sale mucha mostaza. Como para surtir un restaurante. O bueno, no tanto, pero sí litro y algo. Así que prepárense para regalarle mostaza a toda la cuadra. O hagan este salmón, o pavo a la mostaza, o tartare de atún con huevo escalfado de codorniz, o algo...

Ingredientes

  • 1 1/2 tazas de semilla de mostaza (puede ser amarilla o negra)
  • 1 cerveza de 12 0z (335 ml)
  • 1 taza de vinagre de vino
  • 1 cc de pimienta negra molida
  • 1/4 cc de pimienta gorda
  • 1/4 cc de clavo molido
  • 1/4 cc de canela molida
  • 1/4 cc de nuez moscada molida
Y se cocina así
  1. Mezcla todos los ingredientes en un recipiente de plástico, vidrio o cerámica suficientemente grande (doblará su tamaño), y deja reposar tapado durante dos días
  2. Para ese entonces olerá increíblemente bien y las semillas estarán muy suaves: solamente tienes que licuar y ya está (yo le dejé muchos granos enteros para que se viera más linda pero esto es opcional)


Se guarda hasta 6 meses en el refrigerador, aunque sabe mejor las primeras semanas, me han dicho.

El pato que derramó el vaso

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Receta de magret de pato con alcachofas


Desde hace varias semanas de vez en cuando me entra un dolorcito de muelas nada cool, pero la dentista sólo me había masacrado una vez y me había dicho que todo estaría bien. Me mintió, infeliz: hace unos días que no puedo tomar whisky o comer carne sin que me duela hasta sacarme las lágrimas.

Están de acuerdo en que no dejaré de tomar whisky ni de comer carne, no se vale. Ayer se me ocurrió descongelar el magret de pato que había quedado aquella vez que le hice de cenar a Pau, y cocinarlo con unas alcachofas que compré el otro día que paseaba con Pepe y Mario. 

Me quedó muy bueno, pero en el pecado me llevé la penitencia: desde la segunda mordida mi muela me mentó la madre purísimo y tuve que regresar con la dentista. Al rato me va a masacrar, ahorita tenía pacientes. Mientras disfruto de mis últimas horitas sin tener que comer todo molido y del resto del magret, no crean que me lo acabé yo solita. 

Les dejo la receta, para que vean que valió la pena. No hay mejor manera de arruinar un pato que sobrecocerlo, así que tengan mucho cuidado con los tiempos de cocción. A mí me gusta "inglés" o sea, sólo sellado, si lo quieren más cocido sólo déjenlo 8-10 min más en el horno, ¡no más! Y lloren por mí o algo.

Ingredientes
  • 1 magret de pato
  • 2 alcachofas jumbo (o 4 pequeñas)
  • 2 dientes de ajo
  • 1 limón
  • 2 ramitas de tomillo fresco
  • 1 hoja de laurel
  • 2 C de perejil fresco picado
  • aceite de oliva, vinagre balsámico y sal al gusto
Y se cocina así
  1. Precalienta el horno a 180º C
  2. Pon a hervir agua con el jugo de limón, el tomillo, el laurel y el ajo picado; limpia las alcachofas y ponlas a hervir ahí con un peso encima durante 20 minutos o hasta que estén suaves.
  3. Escurre las alcachofas y córtalas en 4 (a la mitad si son pequeñas); retira las hojas moradas y los pelitos que tienen pegados al corazón
  4. Corta la grasa del magret en rombos sin tocar la carne
  5. En un sartén bien caliente, sella el pato 3 minutos de cada lado, comenzando por el lado con grasa
  6. Coloca en un refractario junto con las alcachofas, cubre con papel aluminio y hornea durante 10 minutos más (no excedas los 20 min porque me enojo)
Rebana el pato, adereza las alcachofas con aceite de oliva, vinagre, perejil y sal al gusto (yo le puse sal de vino tinto). Ya me voy, deseenme suerte, ay! :(

Alcachofas ahogadas.


Helado frito para Milachi

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Cómo hacer el helado frito


Cuando apenas empezaba este blog, siempre les contaba de mis primos, y de que casi casi todo lo que se les antoje de comer se los hago, porque así soy y porque los quiero. Hablo de los remotos tiempos de mis galletas perfectas para Milachi. Eso fue en mayo de 2011, qué fuerte.

Y el año pasado en Semana Santa me la pasé haciendo helados para mis primos también, porque cuando era niña mi abuelo tenía un Danesa 33 y quería como revivir esos momentos de vacaciones de 24 horas comiendo helado. 

Esta vez no, esta vez sólo quería descansar. Me fui a Pueblo Quieto a pasar unos días con mi familia y estaba decidida a no hacer nada. Pero ya me conocen, mis dos debilidades, familiares y cocina, siempre ganan.

El día que llegué mi hermana me pidió un risotto de alcachofas, que hice con la misma receta que este, pero cambiando las setas por corazones de alcachofas en conserva (de los que están en aceite, no en escabeche). Quedó delicioso.



Y al otro día, Milachi me preguntó si sabía hacer helado frito y si le enseñaba a hacerlo. Es una gran première, en general me piden que les cocine, no que les enseñe a cocinar. Así que me perdí de unos cuantos capítulos de Game of Thrones para enseñarle esta receta.  Se las dejo

Ingredientes
  • 1 litro de helado
  • 2 tazas de harina para hotcakes
  • 3/4 taza de leche (o más si es necesario)
  • 2 huevos
  • 1 paquete de pan de caja
  • manteca para freír

Y se cocina así
  1. Haz bolas de helado, colócalas sobre un plato y mételas de nuevo al congelador hasta que se endurezcan
  2. Corta las orillas de los panes, toma dos rebanadas y pon en medio una bola de helado endurecido y cubre bien con el pan formando una bola; sella las orillas con un poco de leche
  3. Envuelve cada bola en papel aluminio y mete al congelador de nuevo, hasta que estén muy duras (mínimo dos horas)
  4. Mezcla la harina para hotcakes con la leche y el huevo y ajusta la consistencia para que quede espesa pero que se pueda escurrir el exceso 
  5. Calienta la manteca en una olla profunda
  6. Toma una bola de helado, retira el aluminio y reboza en la masa; fríe inmediatamente hasta que se dore (sólo toma unos segundos) y retira del aceite en cuanto esté. Repite con las demás.
  7. Coloca en un plato con servilletas de papel para absorber la grasa y sirve de inmediato para que no se derrita
Puedes acompañar con azúcar glass o con miel de maple. Nosotros nos tardamos tanto buscando la miel que se medio derritió el helado, pero la idea es esa :P







Tantita nieve de vino y dos tipos (de moras)

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Receta de nieve de vino tinto y moras


Hace una semana vino Marina a ponernos al día con mil historias. Se trajo una botellita de vino tinto, creo que se le olvidó que yo no lo debo tomar porque soy intolerante a los taninos. No importó, yo tenía cervezas, obvio. Esta vez a Marina no le dio por emborracharse, nos fuimos a una fiesta y aquí se quedó la botella, medio llena, medio vacía.

De las mil historias les voy a ahorrar 998, pero hay dos importantes acá. Una, que desde hace semanas estoy yendo al dentista a que me arreglen una muela. No tendría nada muy emocionante si no fuera porque desde entonces empecé a salir con un chico quien tuvo la genial idea de pasar a buscarme al dentista y llevarme por un helado. 

Quienes me leen regularmente saben que me encanta el drama y que estoy muy acostumbrada a tener que cuidarme como pueda, así que se imaginarán lo bien que me cayó. Y después de mucho platicar y mucho ir a comer, pensé que a la siguiente vez que pasara por mí al dentista yo iba a hacer el helado.

Y lo hice: agarré el vino tinto que había sobrado y unas frambuesas del congelador y puse manos a la obra. Me dije que no importaba si el vino me hacía daño, solamente iba a ponerle un poco, y no me lo iba a comer yo sola. Digo, ¿qué tanto es tantito?

¿Qué tanto? Porque la historia número dos que iba a contarles es que ya regresó el innombrable al panorama. Comenzamos hablando de cosas muy inocentes, ya saben, lo tengo todo bajo control, y así. ¿Cómo llegamos a decir "quiero verte"?, de ahí ¿cómo pasas a "regresa conmigo"? No lo sé.

No lo he querido ver, y Mr Right de repente se convirtió en marciano y dejó de ser increíble. ¿Malos conocidos?, ¿malos disfrazados de buenos por conocer? De esto hablamos Pau y yo ayer mientras comíamos tostadas de atún y tomábamos nieve de vino. Me gustó mucho, me dejó medio llena, medio vacía y me hizo daño. Aplica para la nieve y para los dos tipos, ya saben.

Ingredientes
  • 2 tazas de vino tinto
  • 1 taza de jugo de moras
  • 1 taza de azúcar
  • 3/4 taza de agua
  • 1 taza de zarzamoras
  • 2 tazas de frambuesas

Y se cocina así
  1. Pon a calentar el vino con el azúcar, el jugo y el agua hasta que se disuelva el azúcar; deja hervir por un minuto y apaga el fuego
  2. Agrega los dos topos de moras (porque un solo tipo no hubiera sido suficientemente complicado) y deja reposar tapado por una hora
  3. Licua la mezcla y cuélala para retirar las semillas, pasa a una sorbetera y espera hasta que se haga nieve

Para esta receta sí es necesaria la sorbetera porque al vino le cuesta trabajo congelarse, si se hace en un molde resistente al frío habrá que mezclar todo muy bien cada media hora durante mínimo seis horas. Oigan, nadie que sería fácil...


Pay de piña mamá

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Receta de pay de piña


Casi todos los recuerdos que tengo de mi abuela son en la cocina. Y aunque seguramente he probado cientos de veces más el pay de piña preparado por mi mamá, siempre lo asocio con mi abuela. Esta necedad romántica mía creo que viene de que en el famoso cuaderno de recetas de mi madre, la receta se llamaba "Pie de piña mamá", o sea que siempre que lo leía me recordaba que era una receta de mi abuela.

Era la época en que copiaba las recetas de mi mamá, que sólo traían ingredientes, pero la preparación no la explicaba porque le parecía obvia. Yo también llegué a ese punto hace años, pero les voy a explicar cómo se hace nada más para que vean que soy lo más.

Se acerca el día de las madres, así que les dejo la receta del pie de piña mamá, o abuela Yoyis, para que festejen a la suya. También hice una guía de regalos para las mamás cocineras. Escurro miel, ¿no? Dedicado a mi mamá y a mi abuelita que no supero.

Ingredientes

Y se cocina así, obvio

  1. Mete la mantequilla al congelador durante unas horas para que se endurezca lo más posible
  2. Mezcla la harina con el polvo para hornear (royal) y el azúcar, añade la manteca y la mantequilla fría ralladas y mezcla con una palita de madera hasta obtener una consistencia arenosa 
  3. Agrega los huevos para formar una masa y resérvala en el refrigerador o congelador
  4. Prepara una mermelada con la piña en trozos, la misma cantidad de azúcar que de piña, dos ramas de canela y cinco o seis clavos de olor
  5. Extiende la masa y cubre el fondo y los lados de un molde para tarta con la mitad de ésta; hornea a 180ºC durante 15 minutos
  6. Retira del horno y rellena con la mermelada, corta tiras de la masa sobrante para formar una rejilla encima de la mermelada, barniza con huevo y regresa al horno hasta que dore
Le quiero dedicar esta receta también a mi hermana, una de mis mamás favoritas. Y sin razón alguna, les comparto una foto del jardín que me hice en mi departamento, y de mi gato. Es que mis plantas y Norman son mis hijos. Soy loquilla.






Pastel de uvas y chocolate juntados

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Receta de pastel griego de uvas con chocolate

Estoy en una etapa de ver mucho a mis amigos, casi cada noche entre semana tengo un café o whisky con alguien. entre semana, claro, porque los fines me pinto las uñas, veo chick flicks y leo y no quiero ver a nadie. Soy un alien. 
El caso es que me quejaba y quejaba de que no veía humanitos trabajando en casa y esa ha sido la solución. Aparte, cada que voy a casa de Majoseh me ligo un wey. Eso sube la autoestima y la cantidad de tiempo que no estoy aburrida porque estoy lavando sábanas :O
Una de las personas que he "recuperado" es Michelle. Era mi amiga en la prepa, aunque por lo visto no se acuerda de la mitad de las cosas que vivimos juntas. Pero no puedo culparla, salimos de la prepa hace muchísimos años. La otra noche la invité a cenar junto con Cristina, que es, por el contrario, una de mis amigas más nuevas y además salió de la prepa hace bien poquito. 
Mi idea de cenar era tomar whisky, pero ese día me dio por ir a pensar al mercado de Mixcoac (no puedo darme el lujo de pensar en Tiffany) y comprar unas uvas que me hicieron ojitos. Había visto una receta de pastel de uvas en un libro de cocina griega y, aunque me parecía arriesgado, no podía dejar de intentar. Ya saben, como siempre. 
Quedó excelente, las niñas se cayeron excelente, yo todo bien. Les paso la receta.
Ingredientes
  • 6 huevos
  • 6 cucharadas soperas de harina
  • 1/2 taza de azúcar
  • 1/4 taza de avellanas picadas finamente
  • 50 gr de chocolate rallado
  • 250 gr de uvas blancas sin semillas
  • 1/2 cucharadita de canela

Y se cocina así
  1. Bate las yemas junto con el azúcar hasta que esponjen
  2. Incorpora las avellanas, el chocolate, la harina y la canela
  3. Bate las claras a punto de turrón e incorpora a la mezcla anterior con movimientos envolventes, incorpora también las uvas y vacía en un molde de pastel o para panqué
  4. Hornea a 180ºC durante 30 min o hasta que esté en su punto


Pulpo un poco duro a la genovesa

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Receta de pulpo a la genovesa


¿Recuerdan que dije que ya no saldría con aquél? Bueno, no lo cumplí. Ya sé que no les sorprende porque no aprendo nunca pero en mi defensa he de decir que ya tampoco me sorprendí de que acabara mal la cosa. Y después de eso, una vez más, quedamos en que hay que ser amigos.

La diferencia es que antes nuestro "ser amigos" significaba bloquearnos de celulares y redes sociales, no saludarnos en la calle y guardarnos rencor. Como los amigos normales. Habrá que creer que la gente sí cambia, porque esta vez es diferente. Hemos logrado pasar más de media hora juntos con la ropa puesta y hasta platicar de cosas que no sea nuestra tortuosa no-relación. Claro, todo esto con ayuda de chaperones que no nos dejan solos.

Parte de la técnica es que se porta "duro" conmigo. No contesta ningún mensaje demasiado "personal" y me trata a veces como si fuera su tía de Pachuca. A mí me da mucha ternura, la verdad, y no tengo una posición al respecto.

Cambiando de tema (ya saben que al final uniré los dos temas, oish), el otro día encontré una receta de pulpo que se me antojaba muchísimo. Siempre busco recetas de pulpo porque me fascina, aunque es complicado de lograr. Si no lo haces bien, te queda un poco duro. El problema es que uso siempre la misma técnica para cocerlo y a veces me sale  y otras no. Esta fue una de las veces en que salió un poco duro de roer, pero igual muy bueno. ¿Ya ven cómo no cambié el tema?

El caso es que les dejo la receta, ya ustedes ven cómo le hacen para que el pulpo no salga duro, para esas cosas no siempre funcionan las recetas.

Ingredientes
  • 1 pulpo de 1 kilo aproximadamente
  • 1 cebolla finamente picada
  • 3 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • 6 filetes de anchoa picados
  • 4 dientes de ajo picados
  • 1 cucharada sopera de perejil picado
  • 2oo gr de jitomates pelados, sin semillas y picados muy finamente
  • 1 ramillete compuesto
  • 100 ml de vino blanco seco
  • 1 cucharada de vinagre
  • 50 gr de setas picadas
  • sal y pimienta al gusto

Y se cocina así
  1. Lava y cocina el pulpo en agua hirviendo hasta que esté tierno, córtalo en trozos
  2. En una olla, calienta el aceite y rehoga ahí la cebolla junto con el pulpo y las setas, cuando estén cocidas, agrega el ajo, el perejil y las anchoas
  3. Cocina por dos minutos y después agrega el vino y el vinagre y reduce por unos minutos
  4. Después, agrega el jitomate, el ramillete compuesto y sal y pimienta
  5. Tapa y deja cocer hasta que esté tierno, agregando un poco de agua si es necesario


Les dejo una foto del galán, por fin:


Y otra de cuando lo tenía entre paréntesis y estaba muy triste y chillaba:


Jaja, hasta creen. Bueno, ya bye.

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