Como te iba diciendo, ensalada de pollo

Ya sé, ya sé, ya nunca cocino. Esta vez tengo una buena excusa: estuve enfermísima, no podía comer casi nada y me sentía muy mal.

En cuanto estuve más o menos de pie, para variar y no perder la costumbre, me fui a Puebla. Estaba esperando noticias sin saber si eran buenas o malas y pensé que, en caso de ser malas, lo mejor sería que me agarraran allá.

Fueron buenas. Todavía no puedo contar, qué desesperación me da. Y como por arte de magia, me volvió el apetito y pasé el resto del fin con mi amigo Arturo entre tacos, radio, digging, pizza, camisetas discos y jeans.

Obvio, entre los días en los que estuve fuera de combate y los que estuve fuera de la ciudad, ayer que según fue el blue monday más bien fue el very busy monday. Y hoy también tenía mucho que hacer, pero como ya no había ahora sí nada que comer tuve que hacer un intermedio para ir al súper.

Creo que me salté que he estado haciendo ejercicio todas las mañanas y no me he acostumbrado. Así que salí cargadísima del súper, con todo y un pollo rostizado que se me antojó, y descubrí que estaba tan embarada que no podía cargar las bolsas. Bien padre.

Y entonces pasó lo que nunca: se paró una señora que caminaba en la banqueta de enfrente y se cruzó para ayudarme. Me acompañó hasta mi casa con la mitad de las bolsas y todo. ¿Será que la vida no es tan estridente? Oish.

El caso es que me hice esta ensalada con el pollo entero. Claro, me va a durar para tres días, o quizá no, es que está muy rica.

Como el aguacate estaba algo verde lo puse unos minutitos a la parrilla. Quedó riquísimo. Obvio este paso no es obligatorio. Aquí va.

Sonríe. Vamos a estar bien :)