Cómo hacer bacalao a la vizcaína como el de la película Museo
![]() |
Museo a Alonso Ruizpalacios |
El 25 de diciembre de 1985, un México con los ánimos aún a medias sepultados bajo los escombros del terremoto ocurrido meses atrás, despertó con la triste y hasta cierto punto surrealista noticia del robo de 140 piezas en el museo de Antropología. En 2018, Alonso Ruizpalacios (Güeros, 2014) reconstruye y reinventa esta anécdota en la pantalla grande.
El relato se aleja al mismo tiempo del hecho histórico (que nunca salió completamente a la luz) y de la trillada fórmula de las películas de robos épicos, y se convierte más bien en un retrato del proverbial ingenio y la siempre presente ambigüedad moral del mexicano clasemediero tan querido por el director.
Juan (Gael García Bernal) y Wilson (Leonardo Ortizgris) son dos fósiles de la facultad de veterinaria que en sus veintes tardíos viven en sus respectivas casas familiares en Ciudad Satélite. Sin que el espectador comprenda nunca por qué (y esto se convierte en la línea narrativa de la historia), estos chicos llevan a cabo el robo del siglo con una facilidad sorprendente. En ausencia de alarmas o cámaras de seguridad efectivas en el museo, el crimen resulta casi literalmente un juego de niños.
![]() |
Museo de Alonso Ruizpalacios |
Al tratarse de un juego sin claras motivaciones, los personajes no saben muy bien qué hacer con el botín, y van improvisando de la misma manera en que han hecho con todos los aspectos de su vida hasta ese momento.
En este punto la cinta se convierte en un tragicómico roadtripentre Ciudad Satélite, Palenque y Acapulco, salpicado de referencias al cine mexicano, a los hechos reales y a ratos de cierto discurso sobre la cuestión moral de los saqueos de piezas de arte entre países, que si me preguntan a mí sale sobrando.
Por maravilloso que me parezca García Bernalcomo actor, su eterno personaje del mexicano orgulloso de serlo resulta aquí contradictorio con uno capaz de perpetuar semejante crimen, sin mencionar que hace ya mucho que no parece tener menos de treinta años. Pero gracias a la majestuosa dirección de actores y estética visual de Ruizpalacios, este es sólo un detalle que no le resta credibilidad al universo narrativo de Museo.
![]() |
Museo de Alonso Ruizpalacios |
En suma se trata de una película que, como el robo que la inspiró, se gana un lugar dentro de la historia del arte mexicano. Pero lo que compete a este blog son las recetas que en ella aparecen, y es un buen momento para escribirlas pues todas ellas son de platillos navideños, muy ad hoc con la temporada que se avecina.
Entre el fruitcake (budín de frutas, corrige Juan a su madre en la cinta), el pavo y el bacalao a la vizcaína, tuve que elegir este último por ser mi preferido. Les dejo la receta y la recomendación de ir a ver Museo mientras se encuentre en salas.
- 1 kilo de bacalao en sal
- 1 ramillete compuesto con tomillo, laurel y mejorana
- 1/2 litro de aceite de oliva
- 3 cebollas blancas chicas
- 2 cabezas de ajo
- 1 manojo de perejil picado
- 2 kilos de jitomate
- 3/4 de taza de almendras enteras
- 1/2 kilo de papitas cambray
- 3/4 de taza de aceitunas verdes deshuesadas
- 1/4 taza de alcaparras
- Desala el bacalao en agua fría la víspera; cambia el agua al menos tres veces en 24 horas
- Mientras, cocina y pela las papas y pela las almendras, pela los jitomates, quítales las semillas y pícalos finamente; reserva
- En agua limpia, hierve el pescado con el ramillete compuesto hasta que esté blando pero no se deshaga; retira las espinas y la piel, desmenuza y reserva
- Calienta 1/2 taza de aceite y acitrona ahí los ajos y la cebolla, todo finamente picado
- Agrega el perejil y el jitomate y cocina, removiendo hasta que esté casi seco
- Agrega poco a poco el pescado sin dejar de remover, alternando con aceite de oliva; debes cocinarlo hasta que se vea el fondo de la cazuela
- Añade las aceitunas, alcaparras, almendras y papitas y cocina por 5 minutos más
Sirve acompañado de chiles Güeros (vieron lo que hice ahí?) y pan.