Receta de helado de dátil y nuez (sin máquina de helados)
Ingredientes
Les contaba que me fui a Belice. Regresando he tenido los mil millones de pendientes: pagar impuestos, cobrar colaboraciones, ir al banco, escribir mil notas... voy a explotar. ¿Por qué la prisa? Bueno, porque ahora publico dos notas diarias enSabrosía (*pasen a verlo, denle click, compartan, díganles que me paguen más) y una en Belelú (*apliquen las mismas restricciones) y resulta que el lunes me voy a París.
Sí, es de trabajo. La verdad pasé poco tiempo quejándome con ustedes de que no tengo trabajo ¿no? Pero ahora entiendo a mi pobre amigo Marck, que nunca se deja ver porque se la pasa de pata de perro. Ustedes saben que viví muchos años en Francia, que estuve casada con un francés, etcétera. Desde noviembre de 2008 no he puesto un pie ahí. Me acuerdo de que, en camino al aeropuerto en Lyon, de madrugada, volteé hacia atrás para ver por última vez la Basilique de Fourvière. Era mi vista preferida de la ciudad y estaba todavía iluminada a esa hora. Ahora estoy nerviosa porque tendré un día libre en París y no sé si sólo tomar un tren e ir a saludar la ciudad en la que prácticamente me terminé de criar. Tengo ganas de ir a esa heladería a la que iba caminando todos los sábados por mi helado de menta y chocolate, y de ver la Place des Terreaux, los puentes, los techos de las casas...
Pero Ben, ese exnovio que siempre me echa mil porras estará en París, y si agarro el tren a Lyon no podré verlo. Qué dilema. No empiecen a proponer que se vaya conmigo a Lyon, está casado y yo recientemente aprendí a dejar a los hombres casados en paz, ¿recuerdan? El caso es que por todas estas razones no he podido cocinar pero no quería irme de nuevo de viaje sin subir al menos una receta. Y como estoy con lo de la heladería, Marck (que me trajo puré de dátil de ya ni sé dónde) y Ben (que inspiraba las galletas de dátil y nuez), decidí hacer este helado de dátil y nuez. Lo sé, soy una romántica empedernida.
Aquí tienen la receta, me parece que acompañaría perfecto el pastel de manzana, tocino y bourbon de la otra vez ¿no? Sí.
Ingredientes
- 4 yemas de huevo
- 1/2 taza de azúcar
- 140 gr de puré de dátil
- 2 tazas de crema para batir
- 1 taza de leche entera
- 1/2 taza de nuez picada
Y se cocina así
- Calienta la leche junto con las nueces y cuando comience a hervir, retira del fuego
- Bate las yemas con el azúcar hasta que adquieran un color amarillo muy claro
- Viértelas en una olla de fondo grueso; mezcla con la leche y bate a fuego muy lento hasta que espese y cubra la parte de atrás de la cuchara
- Transfiere la mezcla caliente a un tazón con el puré de dátil e incorpora mientras se derrite
- Agrega la crema para batir e incorpora.
- Pon el tazón encima de otro tazón que contenga agua y hielos; cuando la mezcla esté fría, métela al congelador en un recipiente resistente al frío y congela varias horas, removiendo de vez en cuando para que las nueces no se queden en el fondo.
A ver si no soy yo la que toca fondo, wish me luck!