Cobblers obesos de nectarina y frambuesa

La otra vez que fui al súper compré una bolsa enorme de frambuesas congeladas para hacerme mis copicos en la mañana. Se ha revelado como la fuente de la felicidad total: no sólo el copico de frambuesa es el mejor desayuno del mundo, además hice esos roles de frambuesa que les encantaron, y el otro día que vino Mónica, estos cobblers tan bonitos. La receta original era con duraznos, pero yo sólo tenía dos tristes nectarinas así que decidí completar la ración de fruta con frambuesas. Y no, no había modo de arrepentirse, quedaron increíbles. 

     Ahora, no sé si les siga dando recetas de postres en estos días: acabo de descubrir que subí de peso. Mis amigas me odian porque para mí subir de peso significa que la talla 4 ya no me queda grande, pero estoy tramada. Ah, pero la niña quería un departamento con cocina ¿verdad? Aparte me pasa algo muy raro, cuando no tenía nada que hacer, me despertaba a las 6 de la mañana a hacer mínimo una hora de ejercicio. Ahora que tengo juntas como a las 10, no me puedo levantar antes de las 8:30. No sé por qué, pero siento que es porque esto de sentirme gorda me deprime. ¿Fue primero la panza o la depre? Como consecuencia ya no entreno, y como consecuencia de no entrenar, seguramente seguiré subiendo de peso y seré obesa y ya nadie me reconocerá nunca y querré morir y moriré sola ¡auxilio! 

     Bueno, pero ustedes que pueden con esto de la gordura, hagan estos cobblers. Yo me voy a dar de latigazos mientras :'(

Sirve caliente con helado de vainilla. Y luego no te sorprendas de que estás gorda :S